En un paraje espectacular, en las laderas de la montaña de Alicante, con el embalse de Beniarrés al fondo, sublimando el paisaje, nos recibe el presidente de la IGP de la Cirera de la Muntanya d’Alacant, Hilario Calabuig. El responsable del Consejo Regulador explica a Molt de Gust las características de este cultivo tan apreciado y delicado, que en esta época del año se encuentra en su máximo apogeo.
Los productores de la cereza de la Montaña de Alicante se encuentran durante estos días trabajando a pleno rendimiento. De hecho, hace escasamente una semana se realizó el acto del tradicional primer corte de la cereza que da por inaugurada la temporada.
Una campaña que según explica el presidente de la IGP Hilario Calabuig volverá a “ser complicada” a pesar de las buenas expectativas de la fase de floración: “Ha venido un frío muy tardío en invierno y un calor muy tempranero, y con poca agua disponible por lo que los cerezos han hecho una caída de frutos, por la falta de cuajado. Así, no llegaremos a las previsiones que teníamos respecto a la floración. Se ha perdido un poquito de potencial respecto a sabor y calibre, que es una cosa importante”.
Según señala Calabuig el de la cereza es un cultivo bastante “delicado” ya que “depende mucho de las condiciones climatológicas, los cambios de temperatura… Sobre todo, es muy delicada cuando llueve y está lista para recoger, porque se rompe y ya no es comercial”.
Además, la cereza de la montaña de Alicante que suele ser un cultivo temprano, este año ha llegado con retraso lo que ha tenido consecuencias en el precio de venta: “normalmente es la primera cereza nacional que suele entrar en producción. Pero este año, al retrasarse el frío y llegar más tarde, los precios se han resentido un poco”.
Características de la Cereza de la montaña de Alicante
Aunque la producción final de nuevo no responderá a las expectativas generadas, los consumidores ya pueden encontrar en los establecimientos las cerezas de la Montaña de Alicante.
Una fruta que tiene unas características especiales que le hacen diferentes a las de otras zonas: “Es una cereza prácticamente de secano, que crece en unas condiciones de montaña, con noches frescas y días calurosos, por eso es muy diferente a la de zonas de regadío. Tiene una cantidad de azúcares que otras no tienen.”
El presidente de la IGP apunta que la de regadío tiene más cantidad de agua y por eso la de secano tiene a veces más acidez, porque se disuelven menos los azúcares y los ácidos, pero “el sabor no tiene punto de comparación”.
Calabuig habla del notable éxito que siempre tiene esta cereza en la zona de Levante: “como cualquier fruta de hueso en la zona mediterránea somos muy consumidores. La cereza no es una excepción. Además, es la mejor cereza que se puede encontrar, porque es la que más cerca se produce, es de kilómetro cero”.
Tal y como explica la Comunitat Valenciana y Murcia son zonas muy consumidoras de cereza y existe un “muy buen mercado”. Aunque, cuando hay exceso de producción se intenta también derivar a otras zonas de España y sobre todo a Europa: “Cada día, se exporta más. De hecho, hay años que más del 50% se dedica a exportación”.
Influencia en la comarca
El cultivo de la cereza en la montaña de Alicante tiene una importancia decisiva en la región: “es un cultivo muy social, muy familiar. Todas las casas tienen su campo de cerezos. Es una economía no productiva al 100%, pero sí que está ayudando a las familias a mantener su poder adquisitivo. Por lo tanto, en años que la cosecha de cereza no es buena, la economía de los pueblos de la montaña se resiente mucho”.
Calabuig explica que hay diferencias en el cultivo de la cereza dependiendo de la zona: “Hay dos zonas diferenciadas. La zona de la montaña es una zona muy trabajosa, con poca productividad y por lo tanto las explotaciones son cada vez más complicadas de llevar. Hay solo un 2 o un 3% de labradores que apuestan decididamente por la cereza y también hay algunos que lo que hacen es combinar con otros cultivos”.
Por otro lado, está la zona más tecnificada, en el interior de Alicante, con explotaciones más grandes, donde “se sigue apostando por el cultivo porque todavía es rentable”. No obstante, señala que, a pesar de todo, continua siendo “un cultivo muy complejo porque a veces viene una lluvia y se pierde todo el trabajo del año. La gente tiene conciencia de que es un producto caro, pero es porque es muy difícil de producir.”
Funciones del Consejo regulador
En esta coyuntura es muy importante diferenciar las cerezas que se producen en esta zona de las que vienen de otros lugares y para ello es de vital importancia el consejo regulador de la IGP: “El consejo regulador tiene dos funciones primordiales. La primera es la promoción de la cereza. Y la segunda es velar por su calidad. Las cerezas tienen el sello numerado de la IGP que certifica que es una cereza que cumple con unos estándares de calidad que otras no cumplen.”
Importancia de Molt de Gust
En este sentido, el presidente de la IGP destacó la importancia que tienen las figuras de Calidad Diferenciada y Molt de Gust como marca paraguas que las ampara a todas: “Es muy importante distinguir los productos de calidad diferenciada de las que no lo son. Los que tienen más controles de calidad de los que no lo tienen. Y, por tanto, en este caso, Molt de Gust y las IGP y Denominaciones de Origen hacen una labor fundamental en la promoción y en dar a conocer y garantizar la calidad que de otra manera es muy difícil de garantizar”.
