Una de las grandes fortalezas del sistema agroalimentario de la Comunitat Valenciana es la calidad de nuestros productos y la capacidad de mantener una oferta regular y variada a lo largo de todo el año en unos mercados cada vez más exigentes y competitivos. De ahí la importancia de su promoción, no sólo a nivel económico, sino también como instrumento para el desarrollo rural y de preservación y valorización de nuestro patrimonio y tradiciones.
Sin olvidar la necesidad de proteger el medioambiente y avanzar hacia fórmulas más sostenibles de producción, permitiendo así la transición hacia un modelo sostenible en todas sus vertientes – económica, social y ambiental – y que considere de manera integral el conglomerado servicios que aporta el sistema agroalimentario al conjunto de la sociedad.
Figuras de calidad diferenciada
En este contexto juegan un papel fundamental nuestras figuras de calidad agroalimentaria diferenciada, especialmente las denominaciones de origen protegidas y las indicaciones geográficas protegidas, así como nuestra producción ecológica.
En la Comunitat Valenciana existen actualmente 23 figuras de calidad diferenciada reconocidas a nivel europeo:
- 11 denominaciones de origen protegidas (DOP)
- 4 indicaciones geográficas protegidas (IGP)
- 4 indicaciones específicas de bebidas espirituosas
- 4 denominaciones de origen protegidas vínicas de un solo operador (Vinos de Pago)
A las que hay que añadir la agricultura ecológica y los referentes de proximidad, amparando diferentes productos: vinos, frutas y hortalizas, bebidas espirituosas, turrón y tubérculos.
Los productos frescos y elaborados amparados por la marca Molt de Gust ocupan más de 43.000 hectáreas y cuentan con una producción cercana a las 400.000 toneladas. Respecto a los vinos, esta superficie es aún mayor con 57.000 hectáreas dedicadas y casi 3 millones de toneladas de producción total.
Los productos Molt de Gust se auditan hasta 4 veces por los Consejos Reguladores y el Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana (CAECV), la Generalitat Valenciana, el Ministerio de Agricultura y la Unión Europea.
Denominaciones de origen protegidas (DOP)
Figura de calidad regulada a través del Reglamento (UE) 1151/2012 sobre los regímenes de calidad de los productos agrícolas y alimenticios y mediante el Reglamento (UE) 1308/2013 por el que se crea la organización común de mercados de los productos agrarios, incluidos los vitivinícolas.
Ampara a aquellos productos cuya calidad o características se deben al medio geográfico con sus factores naturales y humanos y cuya producción, transformación y elaboración se realiza en esa zona geográfica delimitada.
Un producto reconocido como DOP ha demostrado que tiene unas características específicas y diferenciadoras que sólo son posibles gracias al entorno natural y a las habilidades de los productores de la zona de producción con la que está asociado. Estos productos poseen un vínculo con la zona geográfica delimitada en todas las fases de producción, transformación y elaboración del producto.
Indicaciones geográficas protegidas (IGP)
Figura de calidad regulada también a través del Reglamento (UE) 1151/2012 sobre los regímenes de calidad de los productos agrícolas y alimenticios y mediante el Reglamento (UE) 1308/2013 por el que se crea la organización común de mercados de productos agrarios, incluidos los vitivinícolas.
Ampara a aquellos productos que poseen alguna cualidad determinada o reputación u otra característica que pueda atribuirse a un origen geográfico y cuya producción, transformación o elaboración se realice en la zona geográfica delimitada. Por tanto, la característica específica o reputación, se asocia a una zona determinada en la cual tiene lugar al menos una etapa del proceso de producción
Agricultura ecológica
De conformidad con lo dispuesto en el Reglamento (UE) nº 2018/848 del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de mayo de 2018, sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos, la producción ecológica es un sistema general de gestión y producción de alimentos que combina las mejores prácticas ambientales, un elevado nivel de biodiversidad, la preservación de recursos naturales, la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal y una producción conforme a las preferencias de determinados consumidores por productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales.
Estas figuras son el máximo reconocimiento a nivel europeo, reconocimiento que garantiza el origen y singularidad de un producto agroalimentario único ligado a un territorio, en el caso de las denominaciones de origen protegidas e indicaciones geográficas protegidas. En cuanto a la producción ecológica, la reglamentación de la Unión Europea protege una forma de producir alimentos respetando los ciclos naturales del sistema agrario y agroalimentario, minimizando así el impacto de la actividad sobre el medio ambiente.