La zona de producción del níspero de Callosa d'en Sarrià se sitúa al nordeste de la provincia de Alicante, desde el Valle del Guadalest, y se extiende por la costa de Altea a Villajoyosa.
La zona protegida está conformada por una orografía singular formada por varias sierras, lo que origina un microclima que se caracteriza por temperaturas templadas durante todo el año y precipitaciones algo superiores a la media de la costa mediterránea. Esta combinación determina una coloración amarillenta-anaranjada más acentuada que en otros nísperos.
El cultivo del níspero destaca por ser respetuoso con el medio ambiente, ya que no se aplican insecticidas para no dañar a las abejas, tan necesarias para la polinización. Recolección, clasificación y envasado se realizan de forma manera manual para preservar las prácticas agrarias tradicionales. Una vez recolectados, los nísperos no reciben ningún tratamiento postcosecha, por lo que llegan al consumidor con la mayor calidad, preservando al máximo sus propiedades nutricionales y organolépticas.
La Denominación de Origen Protegida 'Nísperos Callosa d'en Sarrià' certifica desde 2014 el origen y la calidad diferenciada del auténtico Níspero de Callosa d’en Sarrià, garantizando las excepcionales cualidades de esta exquisita fruta desde el árbol hasta la mesa.
El níspero es una fruta muy rica en carotenoides (provitamina A) que ayudan al cuidado de la piel. Es muy recomendable para los deportistas o personas con problemas musculares por su alto contenido en potasio. También contiene fibras y mucílagos que, al actuar como prebióticos, ayudan al equilibrio de la flora intestinal.
Los límites geográficos de la zona de producción son el mar Mediterráneo al este, la sierra de Bernia por el noreste y los ríos Sella y Amadorio al oeste.
Es un cultivo sostenible, ya que la perfecta aclimatación del níspero a la zona elimina el uso de invernaderos, tan solo precisando de mallas de protección contra el viento. Los costes enérgicos de producción son ínfimos, ya que la proximidad de manantiales hace que el agua de riego no recorra grandes distancias. Los almacenes de clasificación y envasado, situados en las inmediaciones de la zona de producción, facilitan la reducción de la huella de carbono.
El cultivo del níspero es el eje en torno al cual gira la vida y la economía de Callosa d'en Sarrià. Esto favorece la creación de empleo y permite que la población joven disponga de un modo de vida arraigado al territorio, evitando así la despoblación de las zonas rurales. Por ello, el cultivo del níspero desarrolla el entorno y promueve la fijación de la población en la zona. Más de 6.000 personas trabajan en la recogida y confección de esta fruta en el punto álgido de la campaña.
El alto porcentaje de fruta exportada da visibilidad a la zona y proyecta internacionalmente a Callosa d’en Sarrià, facilitando otras alternativas de negocio como el turismo.