La Indicación Geográfica Protegida IGP Cítricos Valencianos certifica el origen y la calidad de las naranjas, mandarinas y limones cultivados en las provincias de Alicante, Castellón y Valencia y garantiza su trazabilidad. Esta protección se extiende a los productores y agricultores valencianos, protegidos para preservar una forma de cultivar arraigada en la Comunitat Valenciana y transmitida de padres a hijos generación tras generación.
Saborear un cítrico valenciano es disfrutar del aroma y color de la Comunitat Valenciana. En 2022 la producción con garantía de trazabilidad y calidad amparada bajo la IGP Cítricos Valencianos alcanzó la cifra de 16.965 toneladas, cultivadas por 4.000 agricultores en más de 19.120 hectáreas.
Durante 10 meses al año ofrecemos al mercado 27 variedades de mandarinas, 17 de naranjas y 3 de limones. La producción comercializada amparada bajo la IGP Cítricos Valencianos superó en 2022 la cifra de 16.965 toneladas, la mayoría de ellas correspondientes a naranjas (66%). El 37,4% de las naranjas y el 57,4% de las mandarinas tuvieron a la Unión Europea como destino de comercialización.
La IGP Cítricos Valencianos garantiza el origen y la trazabilidad de las naranjas, mandarinas y limones producidos en la Comunidad Valenciana y certifica su calidad y seguridad. La IGP vela por el buen uso del nombre geográfico de los términos municipales autorizados que componen la zona de producción, tanto en su etiquetado, como en cualquier medio de presentación o publicidad, actuando frente al fraude, imitaciones o evocaciones de la marca.
El origen de los cítricos valencianos se muestra siempre de forma claramente visible en la etiqueta.
Los cítricos valencianos tienen un sabor único debido a factores como la climatología y el suelo, que hacen que nuestras naranjas, mandarinas y limones sean los más dulces y aromáticos. Saborear un cítrico valenciano es disfrutar de la belleza de los campos de la Comunitat Valenciana, del buen hacer de sus agricultores y de un aroma y un color particulares en calidad, origen y tradición.
De todas las zonas citrícolas del mundo, la Comunidad Valenciana es la región donde el cultivo de los cítricos tiene una tradición más arraigada, ya que conforma la identidad del pueblo valenciano.
El paisaje valenciano es el paisaje de la naranja. No existe imagen más recurrente ni más asociada a la Comunitat Valenciana que la de los naranjos cargados de fruta, cubriendo calles, huertas y grandes extensiones de terreno.
Junto a la Ribera del Xúquer, la Safor, la Vega del Segura o el Camp de Turia, la Plana de Castelló también destaca por la presencia del naranjo y otros cítricos.
Los cítricos valencianos IGP son algo más que cítricos, ya que mantienen y preservan el legado de una tradición y de una forma de cultivar transmitida por los agricultores de la Comunidad Valenciana de padres a hijos.
Los naranjos y los olores y colores de la flor de azahar han sido filtrados por los sentidos y capturados por la pluma o el pincel de grandes artistas como Vicente Blasco Ibáñez, Josep Pascual Tirado, Vicent Andrés Estellés o Joaquín Sorolla, quienes han homenajeado en distintas expresiones artísticas el paisaje único de las tierras valencianas.