Son muchas las tradiciones que se celebran en todo el mundo para celebrar la llegada del año nuevo, pero seguramente la más extendida, al menos en nuestro país, es la de comerse las doce uvas coincidiendo con el sonido de las doce campanadas que despiden el año que acaba y dan la bienvenida al que comienza. Una tradición que, si bien tuvo su origen en el Madrid de finales del siglo XIX, se consolidó y popularizó a principios del siglo XX gracias a los productores de uva alicantinos.
Se acerca la Nochevieja
Se acerca la Nochevieja, el momento para despedir el año que termina y celebrar la llegada del nuevo año que comienza. Son muchas las tradiciones que tienen lugar en todo el mundo para celebrar esta ocasión tan especial.
Por ejemplo, en grandes ciudades como Sidney, Londres o París se lanzan espectaculares fuegos artificiales, en países como Estados Unidos es típico el beso de medianoche con tu persona favorita o en las mesas festivas italianas no pueden faltar las lentejas. En España también tenemos una tradición muy especial que no es otra que la de tomarnos las doce uvas de la suerte coincidiendo con las doce campanadas.
La tradición de las doce uvas
¿De dónde viene la tradición de comerse doce uvas? Según diversos estudios, la tradición se remonta a finales del siglo XIX como una práctica importada de Francia que poco a poco fue ganando notoriedad, especialmente en la capital de España. No obstante, según otras fuentes, esta tradición se extendió y popularizó a finales de la primera década del siglo XX, cuando productores de uva alicantinos tuvieron una cosecha extraordinaria y decidieron promover el consumo de las doce uvas para intentar vender este excedente de producción.
Sin duda alguna, fue una de las mejores campañas publicitarias de la historia ya que la tradición hoy en día está extendida por toda España y en todos los hogares del país ya no faltan las uvas de la suerte, como elemento imprescindible para poder empezar el año con buen pie.
La variedad Aledo
Y si hablamos de los productores de uva alicantinos, necesariamente tenemos que referirnos a los productores del Valle del Vinalopó, cuya uva embolsada es una variedad con denominación de origen protegida promovida por la marca Molt de Gust.
La variedad Aledo se ha convertido en la más emblemática de la Navidad, al ser la única uva que se produce en el hemisferio norte a finales de año. Así, dos de cada tres uvas consumidas este fin de año en España procederán del Vinalopó, al ser la única uva fresca de producción española que puede comprarse en diciembre.
Características de la Uva embolsada del Vinalopó
La uva embolsada del Vinalopó es una fruta deliciosa y extraordinariamente saludable para toda la familia, ya que aporta vitaminas y minerales fundamentales para el crecimiento de los niños y antioxidantes como el Resveratrol, con propiedades anticancerígenas y que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares. Fuente de fibra e hidratación, la uva del Vinalopó está exenta de productos fitosanitarios y cuenta con semillas prácticamente imperceptibles que garantizan un completo aporte nutricional.
Con propiedades como estas es toda una suerte, al menos para nuestra salud, tener la oportunidad de realizar el rito de las doce uvas con un producto tan exquisito y de tanta calidad. Si encima, conseguimos que nuestros deseos se hagan realidad, no hay excusa para que esta uva de denominación de origen valenciana no esté presente en las despensas de todos los hogares españoles.
